Los expertos aseguran que las revisiones oculares en los niños deben hacerse antes de los seis meses de edad para descartar anomalías congénitas (catarata, glaucoma, malformación, tumor, etc.), antes de los 4 años para descartar estrabismo y/o ambliopía y siempre que se sospeche de una anomalía ocular en el niño. Además, es aconsejable llevar a los niños anualmente al oftalmólogo hasta los 8 o 10 años, cuando el sistema visual ya está desarrollado.
Bajo el nombre “Los primeros y decisivos años de la visión”el IMO propone una charla que pretende informar a los padres y las madres de la prevención ocular en la edad infantil para que aprendan y conozcan como prevenir y actuar en consecuencia con sus hijos, ya desde una edad temprana.
Esta iniciativa se inscribe dentro de un programa de prevención ocular en edad infantil, que incluye sesiones de formación entre personal de enfermería de diferentes Centros de Atención Primaria de Catalunya y charlas dirigidas a padres. Las revisiones oftalmológicas en la infancia son fundamentales para la prevención o diagnóstico y tratamiento precoz de patologías oculares que deben tratarse en los primeros años de vida, cuando se desarrolla la capacidad visual del individuo. En muchos casos, si no se tratan problemas oculares en edad infantil, es difícil o imposible recuperar la visión perdida en edad adulta.