martes, 3 de enero de 2012

¿Qué es el desprendimiento de retina?

El desprendimiento de retina es una enfermedad ocular que se produce por la separación espontánea de la retina neurosensorial (capa interna de la retina) del epitelio pigmentario (capa externa).
Al producirse esta separación, se acumula líquido en el espacio que se forma entre ambas capas, y la retina desprendida no puede funcionar ni nutrirse de forma adecuada.
Si no se trata, el desprendimiento de retina acaba provocando la pérdida funcional total del ojo (ceguera).
Esquema de un ojo con desprendimiento de retina.
¿Por qué se produce?
El desprendimiento de retina suele aparecer como complicación de una o varias roturas, debido a una tracción del gel vítreo que rellena el globo ocular, sobre una zona frágil de la retina.
También puede producirse por otras causas:
Tumores.
Inflamaciones graves.
Agujero macular miópico en pacientes que padecen alta miopía.
Complicaciones de cirugías oculares previas.
Traumatismos oculares.
Retinopatía diabética.
Si has sufrido un desprendimiento de retina con anterioridad o tienes antecedentes familiares, es posible que vuelvas a padecer la enfermedad. Por ello, es conveniente que realices revisiones periódicas con tu oftalmólogo.
Visión de un ojo sano.
Visión con síntomas de desprendimiento de retina.
 
¿Cómo se manifiesta?
Al no causar dolor y, en muchos casos, no ir acompañado al inicio de pérdida de visión, es importante estar alerta ante los síntomas aunque éstos sean aparentemente inofensivos.
Estos síntomas, que suelen aparecer sucesivamente, son:
Visión de moscas volantes (puntos negros que se mueven al mover el ojo). Son causadas por las modificaciones del vítreo.
Visión de destellos luminosos. Es un síntoma de mayor importancia, que refleja la existencia de tracciones sobre la retina. Suele aparecer cuando ya se ha producido la rotura.
Visión de una cortina negra que cae por alguna zona del campo visual. Se produce cuando ya existe un desprendimiento de retina, por lo que la consulta con un oftalmólogo debe ser inmediata.
Distorsión en las imágenes y posterior disminución importante de la agudeza visual. Este síntoma aparece si se daña la zona central de la retina (mácula).
¿Cuál es su tratamiento?
Existen diferentes técnicas quirúrgicas, en función del grado y de la fase de desprendimiento:
Fotocoagulación con láser. Mediante el láser, se causan quemaduras controladas alrededor de la zona desprendida. Estas quemaduras acaban por cicatrizar y sellan la rotura retiniana, evitando que el humor vítreo se infiltre entre ambas capas.
Crioterapia. Se congela el tejido situado alrededor de la rotura retiniana, provocando una cicatrización que actúa de forma protectora por un mecanismo similar al de la fotocoagulación con láser.
Retinopexia neumática. En el interior del ojo se introduce una burbuja de gas, que realiza una presión de taponamiento sobre la rotura retiniana facilitando que se reabsorba el líquido. Ha de combinarse con crioterapia o láser para sellar la rotura, ya que el efecto del gas desaparece en algunos días.
Vitrectomía. Consiste en la extracción del humor vítreo del interior del ojo. Posteriormente se aplica la retina utilizando líquidos pesados y realizando láser desde el interior del ojo.
Cirugía escleral. Se coloca una banda de silicona sólida alrededor de la capa más externa de la pared del ojo (la esclera) para mantener una presión externa sobre el globo ocular, que facilite el cierre de la rotura.
Drenaje del líquido. En ocasiones puede ser necesario realizar un drenaje del fluido subretiniano a través de la esclera, como complemento de otra cirugía retiniana. Se suele realizar al final de la operación, introduciendo gas o aire en el ojo para mantener la retina en su sitio.

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